Como expliqué en el post anterior, actualmente tengo la
posibilidad de trabajar en 2 aulas con pizarra digital, aunque las
dos son de dos tipos diferentes. Así que antes de hablar de sus
ventajas creo que sería mejor explicar cómo son.
El primer modelo es una pizarra digital interactiva (PDI) Smart Board, de la empresa Smarttech. Está compuesta por una superfície táctil, que lleva incorporado un proyector que transmite la imagen del ordenador a dicha superfície. Ésta no permite la escritura con rotuladores de tinta, por eso sólo puede
utilizarse cuando el ordenador y el proyector están encendidos. Se puede escribir en ella con unos
rotuladores que trae la misma pizarra. Aunque cada uno de ellos tiene
un color diferente, no son como los rotuladores normales ya que no
tienen tinta. Se trata solo de unos trozos de plástico que funcionan
por contacto con la pantalla, pero sólo cuando ésta está conectada. También podemos usar la mano para escribir en ella o usarla a modo de ratón para interactuar con los elementos de los menús, iconos, etc. del ordenador.
El segundo modelo es de la empresa
Epson y está compuesto por un proyector que convierte la superfície donde se proyecta la imagen en interactiva. En mi caso la superfície es una pizarra blanca tradicional donde se puede escribir con
rotuladores de tinta. Esto significa, a diferencia del modelo anterior, que podemos utilizarla como
una pizarra normal cuando el ordenador y el proyector no están encendidos o no funcionan. Para
interactuar con ella se utiliza un rotulador especial, con el que podemos tanto escribir como arrastrar objetos, abrir menús, archivos, etc. como si fuera el ratón del ordenador.
Una de las principales ventajas de la pizarra digital, y quizá la
más llamativa, es la posibilidad de utilizar recursos
audiovisuales en ella. Además, si disponemos de conexión a Internet, la
pizarra se convierte en una fuente inagotable de información
multimedia. Se acabó pasarse horas buscando y recortando la foto que
necesitamos en las revistas amontonadas en casa. Es mucho más fácil
buscar las imágenes en la red y proyectarlas en la pantalla para
trabajar con ellas. Lo mismo sirve para los videos y las canciones.
De este modo, las clases resultan mucho más atractivas y
vistosas, lo que hace aumentar el interés y motivación de
los estudiantes.
Relacionado con la proyección de imágenes en la pantalla, otro
aspecto interesante, aunque no tan espectacular, es el ahorro que
supone en fotocopias. En los cursos en los que puedo trabajar con la
pizarra digital he notado que uso muchas menos.
Además, proponer un ejercicio en la pizarra te permite añadirle
color a los tradicionales ejercicios en blanco y negro.
Otro aspecto que me parece muy positivo es el hecho de poder
guardar todo lo que escribimos durante la clase. No es necesario
borrar la pizarra para poder seguir escribiendo, simplemente puedes
abrir una nueva página en blanco, sin perder lo que se había escrito antes. Si en cualquier momento de la
clase necesitamos volver a algo que habíamos explicado, es
tan fácil como retroceder en las páginas hasta encontrar lo que nos
interesa.
Además, las pizarras digitales funcionan normalmente con un
software específico. En el caso que conozco mejor, el de la pizarra
Smart Board, el programa se llama Notebook. Al comprar una pizarra de
esta empresa, el centro adquiere una clave para usar el programa.
Ésta se puede proporcionar a los estudiantes, que solo deben bajarse
el programa de la web de la empresa e instalarlo en su ordenador. De
esta manera podemos, por ejemplo, guardar las pizarras de una clase y
enviárselas por correo a los estudiantes, para que puedan tenerlas y
consultarlas en casa cuando quieran. Además, al tener acceso al
programa de la propia pizarra, también pueden preparar
presentaciones y trabajos, guardarlos en un stick USB y exponerlos
luego en la clase.
Me gustaría también comentar que mi experiencia en el uso de la
PDI está relacionada con la enseñanza de español como lengua
extranjera a adultos. Pero otra de las ventajas de este tipo de
pizarra es que puede usarse con personas de todas las edades y en cualquier
área de la educación, como matemáticas, historia, geografía,
etc...
Para terminar este post sobre las ventajas de la pizarra, creo que
es importante remarcar que el hecho de disponer de una pizarra
digital no supone, en sí mismo, que las clases vayan a ser mejores
o que los estudiantes vayan a aprender más.
“Su valor educativo dependerá, sobre todo, de cómo y cuándo las utilicemos, con qué materiales y en qué contextos de aprendizaje” (Moreno,A.J., Lopera, A.J., 2008)
Me gusta lo bien que has detallado las dos pizarras. Aclara bastante cuando no se ha usado nunca.
ResponderEliminarMª José Serrano
¡Qué míticas las transparencias! Eso sí que requería tiempo y dedicación... Coincido contigo en este aspecto de la inmediatez.
ResponderEliminarCuando éramos pequeños, estábamos algo acostumbrados a llevar el diccionario a cuestas todos los días pero es algo pedestre actualmente. Pero resulta extremadamente cómodo que cuando en clase de lengua aparece un vocablo que nadie conoce, en vez de ir a buscar el diccionario físico, puedes utilizar la pizarra de la manera más simple: pides a un alumno que se acerque y la busque en cualquier diccionario en línea y su definición, traducción o uso se ve reflejado para todo el grupo. Y además, ya no tienes esa duda de si los alumnos habrán hecho esa búsqueda en casa, lo has podido realizar en clase y no te ha llevado más de dos minutos.
Thais
Sí, es muy práctico y rápido... siempre y cuando la conexión a Internet funcione!! :-)
EliminarMuchas gracias por presentar estos ejemplos concretos, estos modelos comerciales de pizarras digitales, que sirven para hacerse una mejor idea de cómo funcionan para aquellos de nosotros que todavía no hemos tenido contacto con ellas... Por otro lado, nunca hay que olvidar lo que dices al final del post, sobre que una PD es una herramienta pero todo depende de cómo la usemos...
ResponderEliminarGuillermo Molina Morales.
Gracias por vuestros comentarios. He intentado describir lo mejor que he podido las pizarras. Todavía estoy aprendiendo a usarlas.
ResponderEliminar¡Qué presentación más clara Albert! Estoy totalmetne de acuerdo con el comentario que haces al final donde mencionas que el uso de la pizarra digital no va a hacer que nuestros alumnos aprendan más, todo depende del uso que le demos. La PDi es una herramienta más con la que contamos en el aula de idiomas.
ResponderEliminar¡Gracias por tu comentario Paqui!
EliminarGracias Albert por compartir tu propia experiencia con nosotras. Me parece muy interesante que compartas tu propia experiencia con la pizarra digital. Considero que lo persona siempre es un factor de enriquecimiento de cualquier presentación.
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